sábado, 19 de mayo de 2012

CSE


No sabes lo que es la verdadera pérdida, porque ésta sólo se produce cuando amas algo mucho más  de lo que te amas a ti mismo. Dudo que tú te hayas atrevido a amar a alguien hasta ese punto, cuando te miro no veo a un hombre inteligente, seguro de sí mismo; veo a un chulo que se caga de miedo, Pero eres un genio, ¿quién puede negarlo? Nadie es capaz de comprender lo que tienes en lo más hondo, pero tú pretendes saberlo todo sobre mí porque has despedazado mi supuesta vida.







La F E L I C I D A D parece una palabra fácil y, en realidad tengo la impresión de que es más bien difícil, quiero decir que todos hablan de ella pero ninguno sabe verdaderamente qué es y, sobre todo, dónde puede encontrarse. He mirado un poco en Internet y he entendido que, desde la Antigüedad, los griegos, los romanos, los filósofos, los eruditos, incluso los contemporáneos han tratado de explicarla y de explicársela.  Otros, muchos más, se han limitado a intentar alcanzarla. Ahora en ciertos momentos soy bastante feliz, y después de haber leído todo lo que han dicho, hecho y escrito sobre la felicidad, creo que en buena parte depende de nosotros mismos la FELICIDAD.